Historia real de un vino

La Sra y el Sr Quintana vinieron a vivir al sur de España cuando aún eran novios. De esto hace ya más de veinte años. Tuvieron cinco hijos, tres niñas y dos niños, Tempranile la primera, llegó muy temprano, como su nombre indica, cuando aún estaban saliendo. Más tarde se casaron felizmente y nacieron Caberné, Garnach, Monastrélla y Mazuela. Viven en una pequeña finca no lejos de Ribera del Fresno, localidad a la que pertenece. Aquí unieron fuerzas con la familia Puntas Aguilar que los acogió. Un buen día, en una hermosa jornada de primavera y mientras caminaban por la finca, Tempranile encontró una pequeña vasija de barro con un tapón de madera. Lo abrieron y como si de un milagro se tratara, un gran genio salió de la vasija. Todos quedaron impresionados. El genio empezó a hablar con ellos y les dijo: hola a todos, mi nombre es Ricardo Cantera, llevo dos mil años en la vasija y ustedes me han dado la libertad. Para compensar y como agradecimiento, puedo darles el mejor regalo que poseo. Conozco el secreto nunca escrito de saber cómo hacer el mejor vino que jamás hayáis probado, y podemos, si todos queréis, hacerlo juntos.

Y por supuesto que querían hacerlo. Y así nacieron los primeros vinos bajo el nombre de Pentateuco: Basic, Cuvée, Terroir y Clos.

¡Todos están invitados a disfrutarlos!


** Este cuento fue escrito originalmente en francés, y podéis leerlo en versión original en otra entrada en el blog.